El ojo del huracán
El ojo del huracán se incluye en lo que he dado en llamar PINTURAS PARA ESPACIOS CONCRETOS. En esta pintura mural el gesto gráfico se entrelaza con la arquitectura mediante un garabato sobredimensionado que se construye al mismo tiempo que se pinta. Lo que se pretende es que el espectador, a través de un dibujo envolvente, sea seducido hipnóticamente, sea atrapado en un centro inmaterial, sea detenido en la espiral de su propia visión. El efecto reclama lo ocular porque el gesto está centrifugado. Puede que aquí la física invoque ingenuamente a una percepción sin atributos, porque ya se sabe que la percepción es una forma de pensamiento que necesariamente aspira a solventar su propio engaño. En esto precisamente parece consistir el atractivo de ésta o de cualquier otra forma…
Sigue en pdf > El OJO DEL HURACÁN